04 junio 2009

Arqueros y Flechas legendarias

Si mirásemos la historia de la arquería, veríamos que durante la misma han existido dos tipos de arqueros: Los primeros; cuyas hazañas les han convertido en leyenda, y los segundos; cuyas flechas han convertido en leyenda a sus arqueros.
A continuación podréis ver una breve recopilación – se irá ampliando – de los arqueros más conocidos y de las flechas más importantes que han tenido lugar desde Grecia hasta nuestros días.
En ésta primera parte abarcaremos desde Grecia hasta el siglo XIII

Paris y Aquiles
En la mitología griega, Paris fue un príncipe troyano, hijo menor del rey Príamo y de su esposa Hécuba y el causante de la guerra de Troya.
Esto fue debido a una dispusta que surgió en el Olimpo entre Hera, Atenea y Afrodita, sobre cuál de las tres era más hermosa. Ni siquiera Zeus se atrevió a elegir cuando le preguntaron, por temor a enfadar a las perdedoras, por lo que eligió a Paris para que fuese el juez.
Sin embargo no se trataba de un mero concurso de belleza, pues cada diosa le ofreció algo distinto a Paris si éste la elegía: Hera le ofreció la corona del mundo. Atenea prometió otorgarle tanta sabiduría como Zeus, y por último Afrodita ofreció entregarle la mujer más hermosa del mundo, Helena, esposa de Menelao, quien residía en la ciudad griega de Esparta junto a su familia. Paris optó por esta última alternativa, decisión que terminaría desencadenando la guerra de Troya. La ganadora fue Afrodita, quien se convirtió en la gran protectora y benefactora de Paris por el resto de su vida, mientras que Hera y Atenea, sumamente resentidas juraron venganza
Paris simboliza en la Ilíada el hombre anárquico e inteligente, fue quién mató a Aquiles, disparándole con arco y flecha en el único punto débil de éste, su talón, debido a la aversión de Paris al combate cuerpo a cuerpo. Según ciertos textos históricos, se conoce que Paris usó arco y flechas en lugar de espada ya que los troyanos eran conocidos como excelentes arqueros a diferencia de los griegos.

Aquiles

Robin Hood
Robin Hood es un arquetípico héroe del folclore inglés medieval. Su nombre significa “Petirrojo la capucha” o “Petirrojo de la Capucha”. Según la leyenda, Robin Hood era un varón de gran corazón que vivía fuera de la ley escondido en el Bosque de Sherwood y de Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham. Hábil arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra, que utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se le oponían. Roba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuye el botín entre los pobres y las víctimas.

Para desentrañar al “príncipe de los ladrones” hay que sumergirse en dos tipos de información:
La primera sería en las fuentes literarias, donde además de sus hazañas – que le valieron su fama en todo el mundo – podemos encontrar su flecha más famosa en el torneo que preparó el príncipe Juan para apresarle y del cuál fue el ganador al acertar en el centro de la diana rompiendo la flecha del Sheriff de Nottingham– que también participaba –
Para el segundo tipo de información hay que basarse en las leyendas y fuentes históricas, donde se dice que herido de muerte, Hood se refugió en el convento de Kirklees, y antes de expirar disparó con su arco a través de una ventana, pidiendo que lo enterasen donde cayera esa flecha.

Robin Hood
Guillermo tell

Guillermo Tell – igual que Robin Hood – es un personaje que aparece en una serie de relatos legendarios de los siglos XV y XVI que incluyen altas dosis de fantasía y motivos folclóricos. No obstante, resulta probable que alguno de los rasgos y episodios que se le atribuyen pertenecieran realmente a algún luchador o luchadores por la independencia suiza no identificados de principios del siglo XIV, al cual la imaginación popular habría dotado posteriormente de elementos legendarios.
Según las leyendas, Tell era un habitante de Bürglen (pueblo del cantón suizo de Uri), ballestero, famoso por su puntería, de finales del siglo XIII y principios del XIV. En aquella época, la Casa de Habsburgo se había anexionado recientemente algunos cantones suizos en su intento de conseguir la contigüidad territorial entre sus posesiones en el alto Rin y las del Tirol.

Cierto día en el que Guillermo Tell, que hasta entonces no había desarrollado ninguna actividad política, pasaba por la plaza mayor de Altdorf acompañado por su hijo, rehusó inclinarse en señal de respeto ante el sombrero instalado en la plaza simbolizando al soberano de la Casa de Austria. Ante tal muestra de rebeldía ante su legítimo señor, el gobernador de Altdorf, Hermann Gessler, presentado como un individuo colérico y sanguinario, detuvo a Tell. Habiendo llegado a sus oídos noticia de su fama como ballestero, le obligó a disparar su ballesta contra una manzana colocada sobre la cabeza de su propio hijo, el cual fue situado a 50 pasos de distancia. Si Tell acertaba, sería librado de cualquier cargo. Si no lo hacía, sería condenado a muerte.
Tell intentó en vano que Gessler cambiara su castigo, de modo que introdujo dos flechas en su Ballesta, apuntó y gracias a su habilidad como ballestero consiguió acertar en la manzana sin herir a su hijo. Al preguntarle el gobernador por la razón de su segunda flecha, Guillermo Tell le contestó que estaba dirigida al corazón del malvado gobernador en el caso de que la primera flecha hubiera herido a su hijo
Guillermo Tell La leyenda de Dame Carcas
Madame Carcas era la esposa del gobernador musulman Balaack. Cuando Carlomagno asedió Carcassonne, decidió que la ciudad sucumbiera de hambre. El asedio duró 5 años, durante este tiempo murió Balaack dejando viuda a Dama Carcás. La precariedad llegó a tal extremo que muchos habitantes morían de hambre.
Dame Carcas se envistió en defensora de su ciudad y de su gente. Organizó a las mujeres, armó grupos de arqueras, repartió víveres, valiéndose de muchas tretas y argucias llegó a fabricar algunos espantapájaros que colocó en las escarpas de manera que parecieran disciplinados centinelas. Era infatigable y junto a sus doncellas arqueras se pegaba todo el dia tirando flechas sobre campamento enemigo ( el de los francos) causandoles así constantes bajas.
Luego, como última astucia, hizo comer todo el trigo que quedaba en la cite al único cerdo vivo que aún poseían y ordenó arrojarlo desde lo alto de la torre. Cuando Carlomagno vio la cantidad de trigo que salía de la panza del cerdo, se desanimó y abandonó el largo e inexpugnable asedio.
Pero a dama Carcás no le basto este triunfo e hizo que sonaran los cuernos y olifantes para llamar al emperador. Alejados ya de la ciudad, este no las oía y su escudero exclamo: "Monseigneur, Carcas te sonne" (Mi señor, Carcas te llama)
Se dice que de allí nació el nombre de CarcassonneMadame CarcasJaime I
Jaime I de Aragón
La siguiente flecha no es tan conocida como las anteriores, pero a nivel arqueológico ayudó a reconocer los restos de Jaime I, “El conquistador”
Esto es debido a que en el curso del sitio de Valencia de 1238, Jaime I de Aragón recibió un disparo de ballesta en la cabeza y, para evitar que sus seguidores se derrumbaran moralmente, se arrancó la flecha de cuajo para seguir al mando de las operaciones durante la jornada. Curiosamente, siglos más tarde este incidente sirvió para identificar los restos del rey, cuando el panteón real del monasterio de Poblet fue saqueado a resultas del decreto de desamortización de 1835; al descubrirse un cráneo que mostraba una cicatriz muy marcada en su lado izquierdo, se dedujo que era el del Conquistador gracias a los detalles ofrecidos en el "Llibre dels Feyts del rei en Jacme",
Jaime I
Ricardo corazón de Leon
Ricardo I de Inglaterra
Ésta es una historia que me llamó mucho la atención y una de las que más me gustan a nivel personal, siendo una de esas ocasiones en que la Flecha hizo famoso al arquero – que ni tan siquiera era arquero –

Para esta historia hay que situarnos en marzo de 1199 en el castillo de Chaluz-Chabrol, el cual Ricardo sitió, atacando durante tres días con todos sus medios incluyendo las actividades de los zapadores para derribar los muros del castillo mediante un túnel. El castillo no tenía una gran guarnición y no era un gran obstáculo, al punto que Ricardo lideraba el ataque de sus ballesteros en persona, paseándose delante de las murallas sin armadura y protegido solamente por un yelmo mientras disparaba flechas y lanzas personalmente al castillo.

Desde el castillo poca respuesta recibían aparte de algunas piedras y flechas que les arrojaban. Sin embargo en las murallas había un hombre que divertía mucho al rey pues se pasaba el día en las atalayas, ballesta en mano, respondiendo a los asaltantes con sus saetas y cuando no, se protegía de los atacantes con ....... un sartén grande, a modo de escudo.

Este hombre cogió su ballesta y apuntó decididamente al Rey Ricardo que lo miraba directamente y aplaudía divertido su acción, quizá pensando que no le acertaría ya que no se protegía ni con el pavés que tenía delante. Sin embargo la saeta se clavó en el hombro del rey, cerca del cuello y además en su penetración por el cuerpo del rey se introdujo hacia el lado izquierdo. El rey no hizo gesto alguno de dolor ni de haber sido alcanzado para no alarmar a los suyos, pero marchó a su tienda para que le atendieran los "cirujanos" a su servicio.

Estamos en 1199, finales del siglo XII y la medicina occidental de la época era la que era así que el resultado de su intervención no es de extrañar.

Ricardo se arrancó parte del ástil pero dentro de su cuerpo quedó un trozo de un palmo de tamaño, con la punta. Al encontrarse sin doctor porque su "Físico" había vuelto a Inglaterra para convertirse en Obispo de Worcester, siendo tratado por el capitán de los mercenarios que tenía Ricardo, Mercadier, (más carnicero que instruido) que intervino al rey, movió la flecha más de la cuenta porque no la podía encontrar y produjo "gran daño", al monarca (casi le amputa el brazo). Estas heridas mayores acabaron por gangrenarse a pesar de los emplastos y "medicinas" que se le aplicaron.

Finalmente convencido de que no tenía salvación, Ricardo ordenó sus asuntos, tras nombrar heredero a su hermano Juan y legar sus joyas a su sobrino Otón, mandó llamar al ballestero que le había herido. Durante su convalecencia el castillo había sido tomado y todos los defensores pasados por las armas excepto aquél que le había herido. Se dice que era un muchacho llamado Beltrán de Gurdun que al ser preguntado por el rey contestó que lo había hecho para vengar la muerte de su padre y dos hermanos por parte de Ricardo y sus tropas y que no temía el castigo de Ricardo puesto que éste iba a morir pronto y el había cumplido su labor.

Esperando ser ajusticiado, para su sorpresa Ricardo, en un acto de piedad, lo perdonó y le entregó una bolsa con 100 chelines con órden de que le dejaran libre.

Pero por desgracia éste chaval no tuvo un final feliz, porque una vez murió Ricardo "corazón de león", los nobles de entonces lo capturaron y lo mataron, temerosos de que otros jóvenes pudiesen creer que un simple plebeyo podia acabar con la vida de un rey.

Ricardo Corazón de LeónFuentes:

http://lapromesadelalmogavar.blogspot.com/2008/12/dama-carcas.html

http://www.terrallende.es/viewtopic.php?t=297&highlight=ricardo+corazon

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

La siguiente parte comenzará con las Olimpiadas del 92 y abarcaremos los arqueros olímpicos más conocidos.